Hay indicadores que arrojan signos de crecimiento luego de los comicios del domingo, según un estudio elaborado por economistas de Invenómica y VDC Consultora.
Los principales indicadores que predicen la actividad económica a corto plazo tras las PASO 2021 -que se celebrarán este domingo- arrojan signos positivos; en algunos casos profundizando el proceso de recuperación, de acuerdo con un trabajo realizado por los economistas Pablo Besmedrisnik, director de Invenómica, y Slomit Milchiker, director de VDC Consultora.
De consolidarse esta percepción, según auguraron los especialistas, «la Argentina terminaría el año promediando un crecimiento interanual que rondará el 7,5%», por arriba de las proyecciones originalmente difundidas durante el primer semestre del 2021.
La importación de bienes intermedios es el indicador que da mayores indicios sobre que la actividad durante los meses entrantes seguirá repuntando, indicó el informe. En julio de 2021 avanzó interanualmente por onceavo mes consecutivo y los u$s 2443 millones importados por este concepto son -junto con el valor de junio de 2021- un récord histórico absoluto.
En cuanto a la importación de bienes de capital, «hubo también nueve meses de recuperación continua», aunque los valores (u$s 765 millones) están aún lejos del promedio mensual de unos $ 1000 millones durante los últimos 10 años. A la evolución de este indicador, ayudan «la voluntad de generar inventarios en insumos dolarizados, por la existencia de un tipo de cambio oficial algo retrasado, y la expectativa de una posible devaluación», precisaron los economistas.PUBLICIDAD
Asimismo, destacaron que la producción de cemento y los permisos de obra son buenos predictores de corto plazo de la construcción, «un sector central para darle velocidad a la economía y fundamentalmente para apalancar la creación de empleo«.
De acuerdo con los datos que brindaron, en agosto de este año la producción de cemento cerró un período de 12 meses consecutivos de incrementos y arrojó un valor superior al promedio de los cinco últimos meses de agosto previos a la pandemia. «Los permisos de construcción también están mostrando una evolución positiva y están en niveles pre pandemia», añadieron.
En esta misma línea, la producción de acero de igual forma está exhibiendo una muy buena evolución reciente. «Hay que remontarse al año 2018 para encontrar un mes con un nivel de actividad similar al de julio de 2021», resaltaron los expertos, al tiempo que sostuvieron que «La mayor fabricación acerera en general tiende a anticipar un creciente dinamismo en el resto de los sectores industriales que utilizan al acero como insumo central«.
Por otra parte, Besmedrisnik y Milchiker remarcaron que durante los meses de julio y agosto de este año se apreciaron avances del 9% y 5% respectivamente en el Índice de Confianza del Consumidor frente a los meses previos. Si bien el indicador de agosto está un 4% por debajo del mismo mes de 2020, esto «representa una mejora sustantiva frente al promedio de los 12 meses anteriores (-8%)».
«Desde el sector público llegan signos de expansión -señaló el trabajo-. En medio de la transición electoral, se especula con un salto en el gasto gubernamental para levantar el ánimo de la sociedad y mejorar algunos puntos el resultado en la contienda final».
De acuerdo con el análisis, esta perspectiva de recuperación inmediata se enmarca en el contexto de la permanente puja entre las necesidades de corto plazo (electorales, la de los años impares) y de mediano y largo plazo (de desarrollo real de la economía y de la sociedad argentina).
«El crecimiento de estos meses es un tramo de curva ascendente en una larga línea de estancamiento que hace años viene atravesando la economía argentina. El producto bruto argentino en 2021 será similar al del año 2010 en términos reales, pero un 11% menor en términos per cápita -planteó-. La perspectiva de la comparación internacional también es útil para ilustrar el atascamiento en el cual se encuentra la Argentina: en el mismo período la economía mundial será un tercio más grande».
La persistente devaluación de la moneda, la inflación indomable y los desequilibrios estructurales (fiscales y de balanza de pagos) son un riesgo latente para la recuperación de los próximos meses, y especialmente el tope para el crecimiento sostenido y de largo plazo, advirtieron los directores. Y especificaron que «La inestabilidad macroeconómica le pone un límite de profundidad y de tiempo a la recuperación».
Según expresaron, el debate electoral y las políticas públicas que surjan hoy en la mesa como consecuencia de intereses políticos deben enfocarse en potenciar los próximos diez meses de crecimiento, pero esencialmente en asegurar y sostener los próximos diez años de desarrollo.
A modo de cierre, concluyeron que «La recuperación económica de corto plazo que se está experimentando es una gran oportunidad de encarar los problemas de fondo de la Argentina, y avanzar en su rediseño estructural y posibilitador para un crecimiento a largo plazo, evitando que la macroeconomía siga constituyéndose en un cepo para el crecimiento real y sostenido».